El tenista español Carlos Alcaraz ejecutó este domingo, en su partido de octavos de final del Abierto de Estados Unidos ante el francés Arthur Rinderknech, uno de los mejores golpes de su carrera y probablemente de la historia reciente del tenis.
Alcaraz desafió a la física, o quizás sacó el máximo provecho de ella, para impactar una pelota detrás de su espalda en una jugada que hizo parar al público, visiblemente asombrado, de los asientos.
El español, cabe resaltar, venció este domingo al francés Arthur Rinderknech y se metió en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, donde rompió una nueva marca en su meteórica carrera.
El número dos del mundo tuvo que armarse de paciencia para desactivar el potente servicio de Rinderknech (82 del escalafón) y cantar victoria por 7-6,