El empresario mediático y hostelero Pablo Iglesias se ha pegado un buen barrigazo al tirarse a la piscina con la «exclusiva» de la detención de varios radicales que habrían acosado a uno de sus operativos mediáticos. Pero lo que ha dejado rumiando a bastantes es el hecho de que el exvicepresidente recurriese a «fuentes gubernamentales directas» para justificar el planchazo con dicha información y aprovechase para sembrar más dudas sobre la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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