Comienza hoy un nuevo curso político deseable -y posible- sea el último con Sánchez “instalado” en el gobierno (que no es lo mismo que “gobernando”). La pérdida de protagonismo exterior de quien pretendía ser un líder internacional “por hablar en inglés” ha sido una evidencia en el curso que oficialmente se cerró ayer con el final de las vacaciones. Los sanchistas atribuyen esa pérdida al haber priorizado “la política interna a la exterior” lo que es una manera suave de calificar lo sucedido. En realidad, es una simple consecuencia de la contradicción existencial de pretender conseguir protagonismo en un mundo occidental con la UE y la OTAN de instancias políticas de referencia obligada, mientras él encabeza en España un auténtico Frente Popular con el comunismo. Una ideología política con
Sanchismo: ¿”Una mala noche en una mala posada..."?

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