El Servicio Meteorológico Nacional de México confirmó la formación de la en aguas del , como parte del ciclo de huracanes vigente en la región; el fenómeno se originó a partir de la depresión tropical 11-E que evolucionó rápidamente.
Según los reportes oficiales, la tormenta se encuentra a una distancia considerable del territorio mexicano, por lo que no se prevén impactos directos en las zonas costeras ni en el interior del país. Las autoridades mantienen vigilancia sobre su trayectoria, aunque por el momento no representa amenaza para la población.
En paralelo, se ha detectado una zona de baja presión localizada a 325 kilómetros al sur de Lagunas de Chacahua, en el estado de Chiapas. Este núcleo podría intensificarse en los próximos días y derivar en un nuevo ciclón tropical, con poten