Hoy se instalará el “nuevo” Poder Judicial en nuestro país como resultado de una política de Estado para neutralizar primero y colonizar después, los poderes, las instituciones y los contrapesos constitucionales. Dicha estrategia de manipulación y control, que dio vida a la elección de jueces bajo la “operación acordeón”, fue impulsada por el gobierno en turno con el apoyo de algunos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura. Ahora tendremos un Poder Judicial sometido a la voluntad del Poder Ejecutivo, como ya sucede desde hace tiempo con el Poder Legislativo. En este proceso de ocupación forzada de los espacios de decisión -que asemejó bastante a un golpe de Estado institucional- jugaron un papel fundamental la mayoría de los consejeros del IN
Justicia sin legitimidad

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