Desde que dejase el fútbol profesional, Gerard Piqué se ha reconvertido en empresario. Han sido, de hecho, bastante sonados tanto sus éxitos como sus fracasos. Conocedor de su popularidad y de que es un nombre que invita a confiar a los proyectos en los que participa, el exdefensa de FC Barcelona y de la selección española de fútbol masculino se propuso diversificar sus esfuerzos en diferentes empresas (con dos claras tendencias: los negocios más estabilizados en el mercado, como la vivienda; y otros más modernos, como los eSports o el contenido digital) que han tenido suerte muy dispar.
A nadie, especialmente en las redes sociales, se le han escapado sus mayores derrotas en este terreno. En ese aspecto, destacan especialmente sus incursiones en la Copa Davis, con la que acaparó desde crí