Las consultoras especializadas pronostican que el IPC de agosto habría cerrado en niveles del 2% por el efecto rezagado de la devaluación que generó la suba mayorista y el alza en los precios de los alimentos, pero destacan que la presión que está generando el clima de incertidumbre cambiaria y electoral podrían amesetar el índice en esos niveles para los próximos meses.
Así, el impacto en la suba de las tasas de interés que se produjo durante finales de julio y principios de agosto, no tendría un trasladado importante a precios y quedaría acotado hacia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del octavo mes , que difundirá el INDEC el 10 de septiembre próximo.
Como dato positivo que se destaca que en julio pasado la inflación núcleo -que excluye precios estacionales y regulado