A los 88 años, Raúl Lavié sigue arriba del escenario con la misma energía. Su agenda se reparte entre shows íntimos y grandes festivales, y no se cansa de repetir que lo que lo sostiene es la pasión. “El amor que siento por la música me hace sentir joven y útil”, asegura .

Y esa frase lo define: habla sin grandilocuencias de un oficio que convirtió en misión, de un género que abrazó desde chico y que hoy siente que debe defender para que no se pierda entre las nuevas generaciones. Sabe que su voz es parte de la memoria colectiva, pero prefiere hablar de presente: de lo que todavía tiene por dar.

En la charla con Revista GENTE aparecen los momentos que lo marcaron fuera del escenario. Su hijo Leonardo murió en 2019, después de una larga enfermedad, y desde entonces Lavié aprendió a c

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