La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha vuelto a agredir al Perú al meter sus narices en asuntos judiciales de nuestro país, al salir en pública e irracional defensa del golpista Pedro Castillo, a quien trata de mostrar al mundo como un “perseguido político”, cuando todos sabemos que este sujeto está convenientemente preso porque en su condición de presidente en funciones intentó quebrar el orden constitucional al disponer el cierre del Congreso y la toma del sistema de justicia.
En lugar de entrometerse en temas en que los que nada tiene que hacer, y de andar recibiendo a un charlatán argentino que dice ser abogado del golpista que acá llora y dice que no tiene plata para pagar defensores legales, la señora Sheinbuam debería preocuparse por el narcotráfico, la narcopolítica y la corr