Unos minutos de descuido en una tienda de Turbo, Urabá antioqueño, fueron suficientes para que se presentara la muerte de un niño de dos años dentro del establecimiento, luego de que el pequeño tomara el contenido de una botella de gaseosa que había en el sitio.

Los hechos se registraron en la vereda La Coldesa, en la zona rural de esta localidad, donde los familiares del infante habían ido de visita durante los últimos días.

En ese momento, el menor había quedado bajo el cuidado del abuelo materno, quien se encontraba atendiendo unos clientes de su tienda. Cuando se percató, encontró a su nieto agonizando y al lado una botella que hace días había reenvasado con una sustancia tóxica.

Ante la situación, los familiares del menor lo trasladaron de urgencia a la Clínica Panamericana, de Apa

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