Afganistán enfrenta una nueva tragedia humanitaria tras el terremoto de magnitud 6.0 que sacudió el este del país en la noche del domingo 31 de agosto, con epicentro en la provincia de Kunar, cerca de Jalalabad, en la región de Nangarhar. El movimiento telúrico ocurrió a una profundidad de apenas 8 kilómetros, lo que potenció su fuerza destructiva y generó pánico entre la población.

Las autoridades locales y organismos internacionales reportaron hasta el momento más de 812 fallecidos y al menos 2.800 heridos . La cifra podría aumentar en las próximas horas, ya que cientos de familias permanecen atrapadas bajo los escombros y en zonas de difícil acceso.

El impacto del sismo fue devastador en comunidades rurales, donde muchas viviendas construidas en adobe se derrumbaron por completo.

See Full Page