El Cementerio Central de Palmira fue el escenario de un momento de reconciliación. Un lugar que por años fue conocido como el ‘patio del olvido’. Allí reposaban cuerpos que nunca habían sido identificados. La semana pasada se presentó la construcción y adecuación de 600 osarios, se pintó un mural y se realizó una ceremonia en la que “convirtieron un sitio marcado por la ausencia, en un escenario de encuentro, dignificación y vida”.
El acto se realizó en medio de la iniciativa “Nos Juntamos para Encontrarles”, un espacio organizado por la Corporación Humanitaria Reencuentros, la Fundación Comité de Reconciliación y la Corporación Desarrollo Regional, con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Embajada de Suecia, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por D