Mientras el edificio de Naciones Unidas se prepara para recibir a más de 150 mandatarios, la octogésima sesión de la Asamblea General (AGNU) llega en un momento profundamente simbólico y contradictorio. Ocho décadas después de la creación del organismo que aspiró a sostener la paz y el diálogo internacional, el evento se celebrará en un contexto de auge del nacionalismo, declive democrático, retroceso del multilateralismo y crecientes tensiones geopolíticas .

El escenario encuentra eco en la propia política exterior argentina bajo el mando de Javier Milei , quien este mes planea viajar otras dos veces a Estados Unidos: la primera para asistir a eventos del sector privado —incluido el show de su exnovia Fatima Florez en Las Vegas—; y la segunda entre el 23 y el 29 de septie

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