La sonrisa de Narendra Modi no es la de la Gioconda y mucho menos en Tianjin. Durante la cumbre euroasiática que termina este lunes, la franca camaradería del primer ministro indio con el presidente ruso Vladimir Putin -dentro y fuera de la limusina de este- o sus cariñosos apretones de mano, que prodigó hasta a la esfinge Xi Jinping, tienen un motivo tan claro como su destinatario. Este no es otro que EE.UU., por el trato humillante a que Donald Trump está sometiendo a la India de Modi, con un arancel del 50% como colofón.

El destinatario del mensaje del presidente Xi Jinping, este lunes, es el mismo, aunque permanezca innominado. La declaración final del foro ha sido llevada a su terreno por el anfitrión chino. De ahí su alegato contra “las injerencia extranjeras” y especialmente aquell

See Full Page