La tormenta de Santa Rosa llegó a la pampa húmeda con puntualidad, pero esta vez generó una preocupación mayor que otras veces por dejar precipitaciones abundantes sobre una amplia región que ya venía con excesos hídricos y con poca capacidad para evacuarlos . Napas recargadas, suelos que demoran en drenar charcos y ríos que chocan con la falta de obras de mantenimiento generan una pregunta clave: ¿se salvará la producción de trigo?
“La semana pasada cayeron 120 milímetros y ayer otros 65. Y nosotros ya veníamos inundados desde las lluvias de mayo, que dejaron el 90 por ciento del campo bajo agua. Hace tres meses que no podemos llegar al campo, olvidate que los chicos tengan escuela y no se puede sacar nada de los campos, ni cereal ni hacienda ”, relató a Clarín el productor agropec