Aydin Shayegan

Teherán, 1 sep (EFE).- El suelo se hunde bajo los pies de los iraníes. Literalmente. La subsidencia afecta a una treintena de las 31 provincias del país, con hundimientos de hasta 40 centímetros al año, poniendo en riesgo la vida urbana y el patrimonio histórico de la civilización persa.

Tras China e Indonesia, Irán es el tercer país del mundo más afectado por este fenómeno, que consiste en el colapso gradual del terreno debido a la sobreexplotación de acuíferos y décadas de gestión deficiente de los recursos hídricos, y que provoca grietas en suelo y edificios.

Según la Comisión de Medioambiente del Parlamento iraní, 30 de las 31 provincias del país presentan signos de hundimiento.

Alí Beitolahi, geofísico y jefe del Departamento de Sismología y Riesgo Sísmico del Centr

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