Su apellido pesa. Tiene encima la sombra de uno de los grandes corredores del automovilismo mundial. Por eso hay mucha expectativa sobre él y lo que pueda o no hacer. En nuestro país, los amantes de los deportes a motor quieren que Sebastián Montoya, el hijo de Juan Pablo, llegue pronto a la Fórmula 1.

Tener un colombiano en la máxima categoría del automovilismo es motivo de orgullo. Aunque aquí, donde los aficionados son aduladores de resultados positivos y derrotistas absolutos cuando las cosas no marchan bien –como lo ha expresado , eso puede añadir algo de peso a las expectativas generadas sobre el joven de 20 año

Sin embargo, parece no interesarle. El corredor de Prema Racing, en la Fórmula 2, se ha preparado toda la vida para ser lo que espera ser gracias a la ayuda de su pad

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