Con tan solo 11 años, Íker Santiago Amaya Díaz es un ejemplo claro de que la disciplina da resultados. Actualmente, se encuentra en plena preparación para el que será su primer campeonato mundial de Tae Kwon Do, que se celebrará en Argentina este octubre.
Su pasión por comenzó a los 4 años, después de ver una película que despertó su admiración por las artes marciales. Poco después, mientras regresaba a casa, notó una academia de Tae Kwon Do y no dudó en pedirle a sus padres que lo inscribieran. Desde entonces, han pasado siete años de entrenamiento constante y dedicación.
El cinturón negro y una colección de medallas que reflejan su talento y esfuerzo. Ha competido y destacado en torneos estatales y nacionales en lugares como San Luis Potosí, Oaxaca, Aguascalientes, y próximamente lo