La formación de Vaca Muerta se consolidó como el motor del desarrollo energético de la Argentina, ubicando a Neuquén en el centro de la producción de petróleo y gas no convencionales. Esta región, que concentra la parte más extensa y productiva de la formación, aporta al crecimiento del país en los últimos años.
En julio, la producción petrolera argentina alcanzó su nivel más alto en 26 años, con 811.200 barriles diarios, acercándose al récord histórico de 1998. De esa cifra, Vaca Muerta aportó 508.800 barriles diarios, casi el 63 % del total nacional y el 96 % de la producción de Neuquén, consolidando su rol clave en el escenario energético local.
El impacto económico de Vaca Muerta también se refleja en las regalías provinciales. Datos recientes muestran que los ingresos por hi