LA PAZ, Bolivia (AP) — El senador centrista Rodrigo Paz, quien sorprendió en la primera ronda de las elecciones en Bolivia, espera volver a contar con el voto diverso para imponerse en el balotaje del 19 de octubre.

Y de cara a esa crucial votación, afirma que con “pragmatismo" y moderación se propone encarar los problemas del país andino, en caso de cantar victoria, eliminando el subsidio a los combustibles —considerado una de las mayores cargas — aunque sin retirar el apoyo a algunos sectores sociales.

En una entrevista con The Associated Press el lunes, Paz —quien dio la sorpresa el 17 de agosto al sacar el mayor caudal de votos en las elecciones presidenciales, seguido por el expresidente y candidato conservador Jorge “Tuto” Quiroga — espera llevar a la práctica su lema de campaña de "capitalismo para todos”.

Él y su compañero de fórmula, el expolicía Edman Lara, ofrecieron una imagen relativamente nueva en una contienda sin inspiración, dominada por la misma dualidad de siempre entre el partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), y los partidos conservadores tradicionales controlados por la élite adinerada de Bolivia.

Lara carece de experiencia política, pero alcanzó gran fama cuando fue expulsado de la policía tras denunciar a altos oficiales por corrupción en videos virales de TikTok.

Aunque el papá de Paz —el expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), radical de izquierda convertido en neoliberal— representa a la élite política que Lara ridiculiza públicamente, este congresista nacido en España durante el exilio de sus padres tenía poco reconocimiento nacional antes de emerger como candidato principal el mes pasado.

Paz y Lara atrajeron a votantes de todo el espectro político con una plataforma que combinaba la desregulación económica y la reducción de gastos para acabar con la escasez de combustible y la inflación galopante, con programas sociales como el aumento de las pensiones y la renta universal para las amas de casa.

El lunes, Paz prometió que su gobierno eliminaría los costosos subsidios a los combustibles en Bolivia, pero mantendría la asistencia para escolares y adultos mayores.

“No vamos a perjudicar la salud, la educación, la inseguridad ciudadana ni las prestaciones sociales”, declaró a la AP, argumentando que la eliminación de la corrupción y el despilfarro estatales restablecería el orden fiscal y permitiría al gobierno brindar una red de seguridad a los bolivianos más vulnerables.

Por ejemplo, el candidato, de 57 años de edad, mencionó que impulsaría un fondo para respaldar a los estudiantes y adultos mayores en el pago de los servicios de transporte, para lo cual les provería de una tarjeta bancaria.

Paz no quiso, empero, profundizar o precisar montos sobre esa y otras propuestas. Tampoco fue enfático sobre su iniciativa de campaña de aumentar el pago mensual a los jubilados en más de cinco veces, hasta el equivalente a casi 300 dólares, una promesa que los críticos dicen evoca el populismo del gobernante movimiento de izquierda que dominó la política en las últimas dos décadas y al que achacan la crisis.

“No se puede llamar ‘gasto’ a la salud, ni a la educación. Eso es rentabilidad social”, planteó Paz desde su apartamento, repleto de obras de arte, en un barrio adinerado de La Paz.

Ante las criticas de que sus medidas pueden sonar populistas, él negó que se trate de un "populismo demagógico”.

“Es (populismo) democrático. Eso es otra cosa y la gran mayoría quiere ese tipo de decisiones”, acotó.

En cuanto al futuro del expresidente Morales —otro desafío que espera al futuro líder del país— Paz dijo que "como cualquier otro boliviano se le tiene que aplicar la ley... Así que lo que va a acontecer está claro, que no se va a escapar en un avión”.

Morales sigue atrincherado en su feudo del Chapare, en el centro del país, donde ha desafiado al poder y a la justicia.

Paz aseguró, por otro lado, que la administración de justicia debe cambiar. “No es el presidente el que manda a encarcelar, aunque durante 20 años era el presidente quien mandaba y acusaba a los encarcelados por voluntad presidencial”, señaló.

Paz también está apelando estos días a los sentimientos nacionalistas en política económica previo al balotaje.

El lunes, declaró que como líder del país mantendría las empresas estatales estratégicas en manos públicas, privatizando solo las empresas con pérdidas y dándole prioridad a empresarios e inversores bolivianos.

Descartó, asimismo, un paquete de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque está de acuerdo en proponer una renegociación de la deuda externa.

“Creo que en principio Bolivia no requiere préstamos”, aseguró Paz, aunque abrió la posibilidad de que para el álgido tema de los hidrocarburos se va a “recurrir evidentemente a todo lo que ayude a Bolivia”.

———

La corresponsal de The Associated Press en Argentina, Isabel DeBre, colaboró con este reporte.