Desde Río de Janeiro

Siempre que se hablaba de evasión de impuestos u otras grandes ilegalidades en Brasil, el foco se dirigía hacia las favelas. No sólo se trata de lugares donde vive gran parte de la población pobre del país, sino que fueron blanco de grandes operaciones policiales que, con frecuencia, violentaban los hogares de los acusados. Se ponía en práctica lo que un vocero de las élites expresó alguna vez: "Es necesario devastar las favelas para acabar con las ilegalidades".

La mayor operación llevada a cabo por los órganos del Estado brasileño ha apuntado en otra dirección. Esta vez, los objetivos no fueron los barrios populares sino la alianza y la connivencia entre el PCC (Primer Comando de la Capital), la organización criminal más poderosa del país, y lo que se conoce como l

See Full Page