Un escándalo que ha sacudido los cimientos políticos y fiscales de México ha colocado al senador Gerardo Fernández Noroña, una voz izquierdista conocida por su retórica populista, en el centro de una controvertida adquisición inmobiliaria.

La compra de una lujosa propiedad valorada en 12 millones de pesos en las verdes colinas de Tepoztlán, ha generado asombro no sólo por su esplendor, sino por las oscuras transacciones que parecen sustentar su adquisición.

En el corazón de este enigma se encuentra Gisela María “N”, una ciudadana austriaca con un historial fiscal cuestionable, cuyo nombre emergió de manera accidental a través de un recibo de predial subido por el mismo Noroña.

La Revelación: Una Inesperada Divulgación en un Recibo de Impuestos

La historia comenzó a destaparse el 1 de s

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