En Colombia, muchas personas se enfrentan a una realidad silenciosa: la exclusión financiera. Aunque el sistema bancario tradicional ha avanzado tecnológicamente, su estructura sigue sin responder a las particularidades de millones de usuarios. Personas sin historial crediticio, trabajadores independientes, mujeres cabeza de hogar o adultos mayores encuentran barreras que dificultan su acceso a servicios financieros.
Frente a este panorama, ha surgido un modelo digital que busca transformar la relación entre las personas y su dinero. Esta propuesta no intenta modernizar lo existente, sino replantear desde cero la experiencia financiera con base en la empatía, la tecnología y la inclusión. Hay compañías de financiamiento vigiladas en Colombia, reconocidas por aplicar modelos digitales cent