El sacerdote José Gregorio Salazar, párroco de la iglesia Nuestra Señora Coromoto, en Los Olivos, alertó que durante un torrencial aguacero un rayo impactó la zona cercana al campanario y dañó un aire acondicionado de 5 toneladas, instalado en el salón de reuniones de la parroquia.
“El viernes a las 5 de la mañana nos sorprendió ese aguacero con truenos, relámpagos y centellas y aquí en la parroquia tenemos el campanario y por la altura hay un pararrayo. Resulta y acontece que ese pararrayo generaría, me imagino, la atracción del rayo”, contó el padre.
Dijo que apenas escuchó el estruendo se despertó, observó los relámpagos, y volvió a recostarse. “Después, en la mañana, cuando bajé al salón parroquial y prendí el aire, explotó el compresor y empezó a botar gas y aceite por todos lados.