El fabricante japonés reconoce que México perdió competitividad frente a Japón y la Unión Europea, al asumir mayores aranceles y reglas estrictas en el T-MEC.
@Ivet2R
En Salamanca, Guanajuato, la planta de Mazda arranca motores cada día con un horizonte menos despejado. Lo que hace apenas un par de años era una operación diseñada para abastecer casi en exclusiva al mercado estadounidense, hoy tiene un escenario más incierto. Los aranceles que Washington impuso a las exportaciones mexicanas y la rigidez del T-MEC minan la competitividad de la industria local.
Miguel Barbeyto, presidente de Mazda en México, lo reconoce sin rodeos. “Nosotros sí estamos decreciendo en la producción y en la exportación porque nuestro principal cliente es Estados Unidos", dice. De cada cien autos ensamblados