“La casita del after” no es un mito urbano ni un apodo exagerado. Es el nombre con el que los vecinos de Villa Allende Parque, en el noroeste de la ciudad de Córdoba, bautizaron a una vivienda en la que, desde hace más de 11 años, se realizan fiestas clandestinas que se prolongan hasta el amanecer, con música ensordecedora, descontrol, consumo de alcohol y presuntamente drogas, y una notable estela de violencia.
Así lo reveló un informe de este diario, que recogió las voces de las personas damnificadas y expuso un calvario que parecía interminable.
Vecinos llevan más de una década denunciando lo mismo: que las fiestas alteran su descanso; que hay amenazas permanentes; que circulan autos a toda velocidad, y que incluso se produjeron disparos.
En los últimos días, la situación alcanzó un