La ira es una de las emociones más extendidas en la experiencia humana. El amplio repertorio de palabras y expresiones que se usan habitualmente para describirla subraya su omnipresencia. Esté fenómeno no es una mera coincidencia lingüística, sino que responde a una complejidad de un sentimiento arraigado en la biología y cultura.
Brad Bushman , profesor y experto en conductas agresivas, afirma que la ira funciona como un motor poderoso que, si bien la mayoría prefiere dejar atrás, genera una sensación de empoderamiento momentáneo. “A la gente no le gusta sentirse enojada, y la mayoría de quienes la sienten quieren liberarse de ella ”, destaca el docente de comunicación en la Universidad Estatal de Ohio.
Incluso, este sentimiento ha impulsado movimientos sociales y políticos que tuvi