En días recientes circula una supuesta encuesta que coloca a Ricardo Salinas Pliego con un 71% de aprobación rumbo a la presidencia de México en 2030. La fuente: Massive Caller. Sí, la misma casa encuestadora que en 2023 se convirtió en un símbolo del ridículo político al inflar, sin pudor, la candidatura de Xóchitl Gálvez. Sus “números” eran tan falsos que el propio dueño, en lugar de guardar compostura, salía a dar la cara para defender lo indefendible: gráficos que mostraban una victoria imposible. Hoy repiten la receta, solo que con un nuevo personaje en el escaparate.
La lógica es clara: utilizar encuestas como propaganda. Presentar cifras espectaculares para instalar en la opinión pública la idea de que Salinas Pliego es un fenómeno social, cuando en realidad se trata de un empresar