José Juan de Ávila Ciudad de México / 30.08.2025 13:07:00

El coreógrafo valenciano y premio Benois de la Danse (2000) Nacho Duato (1957) se sienta en el ensayo de su pieza Gnawa en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, conversa con la primera bailarina del Ballet de Berlín Elisa Carrillo, hace correcciones y ve el trabajo de otros cuatro colegas, algunos discípulos suyos como la mexicana, que estrenan obras con la Compañía Nacional de Danza.

“Los coreógrafos siempre somos unos amateurs”, comenta a Milenio en un reposo una de las leyendas vivas de la danza mundial, que vuelve a México convocado por Carrillo como directora adjunta de la CND, a quien califica de “gran bailarina” y a quien “siempre que he podido he apoyado” en Danzatlán.

Desde su ópera prima Jardí tancat (1

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