La peor ola de protestas violentas en Indonesia en años parece haber llegado a un punto muerto por ahora, después de que el gobierno ordenara al ejército y a la Policía tomar medidas enérgicas contra los alborotadores y saqueadores.
Algunos estudiantes y grupos de la sociedad civil cancelaron su protesta el lunes, alegando temores de un aumento de las medidas de seguridad impuestas tras los disturbios mortales en todo el país el fin de semana, informó Reuters. Sin embargo, cientos de personas se congregaron en universidades de Bandung, Java Occidental, a pesar de las amenazas de redadas policiales, según informes de medios locales.
Al menos ocho personas han muerto en las protestas, que comenzaron pacíficamente por las controvertidas ventajas de vivienda para legisladores, pero estallaro