La Ciudadela Ibérica de Calafell , también conocida como el yacimiento de Alorda Park, es uno de los espacios arqueológicos más singulares de España. Excavado desde 1980 por los arqueólogos Joan Santacana y Joan Sanmartí, este asentamiento ibérico se fundó a inicios del siglo VI a.C. y alcanzó su apogeo en el siglo III a.C., antes de ser abandonado durante las convulsiones de la Segunda Guerra Púnica.
Frente al mar y protegido por potentes murallas, el recinto acogía a una aristocracia guerrera de la tribu de los cossetanos. Las casas, construidas con una precisión que ahora ha sido replicada, ofrecen una visión detallada de la vida cotidiana de estos pueblos íberos: desde las viviendas de la élite, con hasta 370 m² y múltiples estancias, hasta los sistemas de agua, hornos comunitario