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Esta columna fue escrita por el columnista invitado Leonardo Urrea.

La discusión fiscal en Colombia ha entrado en un terreno peligroso, uno donde la negación compite con la cruda realidad de las cifras. Mientras el gobierno actual transita la recta final de su mandato, las alarmas de una crisis fiscal de proporciones históricas suenan cada vez con más fuerza. El abandono de facto de la regla fiscal, un plan financiero que proyecta un déficit del 6,2% para 2027 que está soportado sobre ingresos inciertos por $38 billones, y una deuda que escalará al 63% del PIB, dibujan un panorama insostenible.

El gobierno actual no hará el ajuste. Esa tarea, monumental e impopular, recaerá por completo en la

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