El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha elevado significativamente la tensión en sus relaciones con Estados Unidos al advertir que, en caso de una agresión, “pasaría inmediatamente al período de lucha armada”, declarando constitucionalmente una “República en armas”. Estas afirmaciones surgieron en una rueda de prensa este 1º de septiembre, en la que denunció la presencia de hasta ocho buques de guerra con 1.200 misiles y un submarino nuclear operando cerca de aguas venezolanas.
Maduro calificó este despliegue como “la más grande amenaza en nuestro continente en los últimos 100 años”, comparando la situación con la crisis de los misiles en Cuba de 1962. En respuesta, anunció una estrategia de «máxima preparación», que incluye diplomacia y una etapa defensiva acompañada de movilización