La tarde de este martes, un sismo de magnitud 5.0 remeció Pisco y volvió a recordar lo frágil que puede ser la región Ica frente a los movimientos telúricos. Aunque el evento no provocó daños materiales ni víctimas, sí reavivó la preocupación en una zona donde la historia muestra que los temblores pueden tener consecuencias graves.

En paralelo al temblor, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) informó que en el departamento de Ica existen 110 puntos críticos con peligros geológicos que podrían reactivarse ante un movimiento sísmico moderado o fuerte. Se trata de áreas donde el terreno, las laderas y los suelos presentan condiciones inestables que pueden poner en riesgo a la población, las viviendas, la infraestructura y las carreteras que conectan la región co

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