La limpieza y remoción de más de tres toneladas de pilas alcalinas, abandonadas de forma clandestina el fin de semana en la comunidad de Cañada Ancha, ha puesto de manifiesto el grave riesgo ambiental que representa el desecho incorrecto de estos residuos.

La operación, a cargo del Gobierno Municipal de Ramos Arizpe con apoyo de la red ambiental CIMARI, se llevó a cabo para evitar la liberación de contaminantes tóxicos al ecosistema.

El potencial contaminante de las pilas no se limita a la contaminación del suelo. De acuerdo con el análisis de expertos, el peligro más significativo reside en el proceso de lixiviación. Cuando las cubiertas de las pilas se corroen, sus componentes químicos se disuelven y son arrastrados por la lluvia hacia las napas de agua subterránea.

Un informe técni

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