Lo que parecía una tarde común de domingo, se convirtió en escenario de tragedia. Efraín Marcelo, de 51 años, había llegado a un popular establecimiento de carnitas con el anhelo de disfrutar el sabor de unas deliciosas carnitas pero nunca imaginó que ese último bocado sería también el último instante de su vida.

Ante la grave situación, el dueño del local llamó de inmediato a servicios de emergencia pero fue inútil, pues al llegar solo confirmaron la muerte del hombre. El lugar tuvo que ser cerrado de inmediato y hasta nuevo aviso mientras autoridades trabajan para investigar los hechos.

La noticia corrió rápido entre vecinos y conocidos, recordando una vez más que la vida puede apagarse en un instante, incluso en los espacios más familiares y sencillos. En medio del dolor, solo quedó u

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