Ni en sus mejores sueños habría imaginado Ramón María del Valle-Inclán un escenario como el actual. El gran maestro del esperpento describió en «La Corte de los Milagros», primera novela de la trilogía «El Ruedo Ibérico», la España de Isabel II con satírica agudeza. Una crítica social de la época dónde se mezclan intrigas políticas y desengaños, a través del retrato de un país degradado, corrupto y alejado del pueblo llano. Tal parece el escenario que protagoniza Pedro Sánchez, instalado en el más puro estilo esperpéntico. Así fue su entrevista en la Televisión pública, que derrocha suculentos sueldos a costa del sufrido contribuyente. Demacrado, nervioso, altanero y con un ataque sin precedentes a los jueces que investigan su entorno más cercano.
«Olvidad toda esperanza, yo sigo, aunque