China paralizó su capital este miércoles para mostrar poderío armamentístico en un desfile militar en el que el presidente chino, Xi Jinping , flanqueado por sus homólogos ruso y norcoreano, Vladimir Putin y Kim Jong-un, sentenció que "el gran rejuvenecimiento de la nación china es imparable".
La llegada de los tres mandatarios a la plaza de Tiananmén dio paso a 80 salvas que simbolizaban cada año pasado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, previas al izado de la bandera de la República Popular y a la solemne interpretación de su himno nacional.
"El pueblo chino realizó una gran contribución para salvar la civilización humana y defender la paz mundial. Hoy, la humanidad se enfrenta de nuevo a elecciones: la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación, la cooperación