Las tres residencias universitarias de la ciudad afrontan el nuevo curso escolar prácticamente completas. El panorama es similar a otros años, aunque en este caso se han acelerado los plazos. Los estudiantes castellanomanchegos suponen el principal aporte de usuarios que tienen este tipo de alojamiento como alternativa más económica que la vivienda convencional.

«Cuando acabe esta semana y la que viene, más o menos, estaremos al cien por cien», asegura Cristina Castillo, directora en funciones. En total, son unas 500 plazas disponibles entre las tres instalaciones: la residencia Juan Jiménez de Aguilar, con 189 plazas en régimen de viviendas; Alonso de Ojeda, con 200; y Bartolomé Cossío, con 103. La ocupación se mantiene en cifras similares a las de años anteriores, aunque varía en funció

See Full Page