Las acusaciones de Pedro Sánchez contra los jueces que instruyen las causas de su esposa y hermano por practicar una suerte de guerra sucia al “estar haciendo política” han encendido a una buena parte de la judicatura y del CGPJ. Fruto de esta reacción y de “interpretaciones” que consideran ajenas a las declaraciones del jefe del Ejecutivo, desde el Gobierno tratan de rebajar este choque poniendo por delante que defienden y respetan a la justicia y reiterando que la práctica totalidad de los jueces se ajusta a los parámetros de independencia e imparcialidad. Sin desviarse del mensaje lanzado por Sánchez, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, quiso acotar este tipo de actuaciones a una “minoría” de jueces.
El día del acto de toma de posesión de los presidentes de la Sala Se