En Lombok, donde fue presuntamente asesinada la española Matilde Muñoz, no se recuerda un caso similar que involucre a un turista: la última muerte violenta de un extranjero registrada es la de un singapurense en 2015 que residía en la isla, que como el resto de Indonesia atraviesa un periodo de volatilidad y protestas.
Según los últimos datos disponibles de la Policía de Lombok, la última muerte violenta de un extranjero fue la del singapurense Ahmad Suri, quien vivía en la isla desde hacía dos años trabajando como director de una empresa de ingeniería, y que fue mortalmente apuñalado en su domicilio por un hombre indonesio en enero de 2015.
Los numerosos policías consultados en Lombok no recuerdan que haya constancia de turistas foráneos asesinados, y hablan del caso de Muñoz, por cuyo