Que, cuando se trata de traer la justicia y el bienestar a un país como el nuestro, que fue sometido y saqueado durante décadas por uno de los regímenes más autoritarios, represivos, corruptos y longevos de la historia moderna, “la nada tiene prisa” como decía Pedro Salinas, es algo que Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer Presidenta en la historia de México, comprende muy bien.

Por eso no se detiene, no deja cabos sueltos jamás, de todo se entera, en todo profundiza.

Por eso no pierde ni un segundo.

La democracia, para fortalecerse y asentarse definitivamente debe producir paz, igualdad sustantiva, prosperidad compartida.

La Cuarta Transformación debe ante todo dar resultados, satisfacer las expectativas y los anhelos del pueblo; mantenerse fiel al principio humanista de que “por

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