Hace dos décadas, el pelotón miraba con admiración la cantidad y calidad de los corredores que salían de la región
No hace tanto, los vascos eran Astérix y Obélix en la carretera, irreductibles frente al pelotón. Comunidad entregada a la bicicleta, también al trabajo desde la base, asemejó lógico que hace dos décadas saliera una hornada de rechupete que se hizo un nombre en el ciclismo, referentes que se nutrieron a su vez de corredores hegemónicos como Jesús Loroño, Txomin Perurena Julián Gorospe, Miguel Mari Lasa, Fede Etxabe, entre otros. Pero hubo muchos y muy buenos en un corto espacio de tiempo. Como Abraham Olano, que consiguió un podio en el Giro (1996) y medallas de oro y plata en la Vuelta (1998 y 1995); como Joseba Beloki , que logró tres podios en el Tour (2000, 2001 y 200