El “biofeedback” se basa en el autocontrol. Es una terapia en la que se emplean sensores para monitorizar ciertos aspectos fisiológicos de un paciente y, con esa información que se obtiene en el mismo momento, enseñarle a manejar su cuerpo para conseguir una mejoría en un trastorno determinado.
Según explican los especialistas de la Universidad Europea, el “biofeedback” se utiliza para tratar el bruxismo, la incontinencia, las fobias, el estrés o las cefaleas, entre otras alteraciones. También se emplea para combatir distintos síntomas relacionados con el aparato digestivo.
En este sentido, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) indica que aproximadamente la mitad de los pacientes que acuden a consulta por síntomas digestivos no presentan una enfermedad orgánica identificable