La Catedral de Jaén es la joya más brillante, pero no por ello la única, de la corona del turismo jiennense que supone el casco histórico de la capital. Mientras se sigue trabajando para que en el futuro pueda obtener su merecida catalogación como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO , sus alrededores se van adecentando y se están recuperando no pocos edificios de la parte más antigua de la ciudad. Antiguos palacios y conventos que atraen los proyectos de aquellos que quieren levantar pequeños hoteles y casas en su día señoriales convertidas ahora en pisos turísticos de los que siempre ha adolecido Jaén.

En muchos de estos alojamientos van a poder disfrutar de las piezas de un tesoro que suele permanecer oculto para el viandante, pues la mayoría residen en manos pr

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