A mi manera de ver, la visita de Marco Rubio a México el martes 2 de septiembre, fue una puesta en escena diplomática cargada de firmeza, pragmatismo y advertencias veladas.

Aquí les traigo una síntesis de su mensaje, que bien podría leerse como un guión de poder en tiempos de narcoterrorismo y reconfiguración hemisférica.

Va:

Cooperación sin subordinación.

Para mimetizar con la postura de Claudia Sheimbaum,

Rubio celebró lo que llamó “la cooperación más estrecha que hemos tenido entre México y Estados Unidos”.

Subrayó que los acuerdos respetan la soberanía mexicana, aunque dejó claro que la lucha contra los cárteles exige resultados concretos y coordinación reforzada.

Con esto, le rompe la intención a Lily Téllez y detractores que la acompañan.

Advertencia explícita.

Tras el ataq

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