Los primeros Homo sapiens asentados en el interior de la península ibérica, al inicio del Paleolítico superior, contaban con estrategias de subsistencia exitosas, eran grandes conocedores de su entorno y cazadores expertos , lo que cuestiona la idea de la existencia de un vacío poblacional en el interior peninsular hace 36.000 años.
Así se desprende de un estudio, publicado en la revista Quaternary Sciencie Advances , liderado por el investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) Edgar Téllez , en que se han analizado los restos faunísticos recuperados en el yacimiento del Abrigo de La Malia, en Tamajón, Guadalajara.
En concreto se ha realizado un análisis tafonómico y zooarqueológico que demuestra que este yacimiento , datado en torno a 36