Bajo la sombra de un árbol, con unas láminas de cartón y tablas improvisadas, en 2001 inició lo que después se convertiría en el Restaurante Don Lauro. Así comenzó Lauro Pasos a vender carnitas y tacos, acompañado siempre por su familia, hasta convertir aquel improvisado puesto en un punto de referencia por el sabor y la cercanía.

Originario de Testerazo, su vida fue sinónimo de esfuerzo. Desde niño organizaba a sus sobrinas para vender chicles y en su juventud se dedicó a la siembra de camote, a la venta de frutas, al transporte de caña y a la carnicería, conocimientos que más tarde le permitirían abrir su restaurante.

Las largas jornadas y el cansancio lo llevaron a instalarse a la orilla de la carretera, en un terreno prestado, ofreciendo carnitas, a las que después añadió tacos de bi

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