Luis Montenegro , un joven de 33 años, enfrenta una grave situación. Su peso alcanza cerca de los 300 kilos , según la última evaluación médica, y permanece inmovilizado en una cama de madera, sin poder levantarse. Su hermana, Flor, relata que Luis no ha ingerido alimentos durante los últimos cuatro días y que solo recibe hidratación a través de suero, mientras las complicaciones de salud se agravan cada hora.
Flor cuida sola a su hermano, quien requiere atención constante en tareas básicas. Explica que la situación se tornó crítica tras el fallecimiento de su madre hace siete años, cuando Luis cayó en una profunda depresión y abandonó cualquier tipo de actividad.
“Él empezó a subir a partir de los 19 años . Nosotros pensábamos que, bueno, estaba engordando. Cuando fallece mi