Las organizaciones sindicales UGT y CCOO se movilizarán el próximo 10 de septiembre con el objetivo de presionar a los partidos políticos y que respondan a su electorado apoyando el proyecto del Gobierno para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin disminuir salarios. Esta reivindicación sindical se enmarca en un contexto donde la productividad ha aumentado, pero las condiciones laborales no han mejorado proporcionalmente. Esta reducción de horas laborales contribuirá a mejorar la calidad de vida, equilibrar la vida personal y laboral y avanzar hacia la igualdad de género. Doce millones de personas esperan que se adopte esta medida, considerada una cuestión de justicia social y un mecanismo de solidaridad que debe implementarse de inmediato. Es necesario equiparar los derecho
Los sindicatos se concentran ante la Fele el miércoles para pedir las 37,5 horas semanales

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